miércoles, 21 de marzo de 2012

2do ejercicio, de un cuento de Edgar Allan Poe: El corazón delator.

Es cierto, siempre he sido nervioso, muy nervioso, terriblemente nervioso, pero ¿por qué afirman ustedes que estoy loco?. La enfermedad había agudizado mis sentidos en vez de destruirlos o embotarlos, y mi oído era el más agudo de todos. Oía todo lo que puede oírse en la tierra y en el cielo, muchas cosas oí en el infierno. ¿cómo puedo estar loco?, entonces escuchen y observen con cuánta cordura, con cuánta tranquilidad, les cuento mi historia. Me es imposible decir cómo aquella idea me entró en la cabeza por primera vez, pero una vez concebida me acosó noche y día. Yo no perseguía ningún propósito, ni tampoco estaba colérico, quería mucho al viejo. Jamás me había hecho nada malo, jamás me insultó, su dinero no me interesaba. Me parece que fue su ojo, ¡sí eso fue! Tenía un ojo semejante al de un buitre... un ojo celeste y velado por una tela. Cada vez que lo clavaba en mí se me helaba la sangre y así, poco a poco, muy gradualmente me fui decidiendo a matar al viejo y librarme de aquel ojo para siempre.


  -Errores:                      
  • Es Cierto 
  • nervioso, pero ¿por qué afirman ustedes que estoy loco?
  • tierra y en el cielo, muchas cosas oí en el infierno.
  • entonces escuchen y observen
  • su dinero no me interesaba
  -Corrección:
  • ¡Es cierto!
  • nervioso. Pero, ¿por qué afirmas ustedes que estoy loco?
  • tierra y en el cielo. Muchas cosas oí en el infierno.
  • entonces escuchen... y observen
  • ¡Su dinero no me interesaba!
  -Explicación de la corrección:
Debí haber utilizado los signos de exclamación ya que se afirma algo, igualmente no utilice adecuadamente los puntos y comas que separan ideas, frases y le dan más sentido a un texto para una mejor compresión. 


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